Portada  |  14 junio 2021

La historia de Natalia: dio a luz con coronavirus, estuvo grave y salió de terapia

Tiene 35 años y se desempeña como trabajadora social en Fray Luis Beltrán. A principios de mes nació Luisina, quien la espera en casa con su hermanito. Hoy la pasaron a sala común del Sanatorio Británico después de dos semanas de luchar por vivir.

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Natalia Cerliani tiene 35 años y es trabajadora social en Fray Luis Beltrán, provincia de Santa Fe. A principios de mes dio a luz a su hija Luisina mientras permanecía internada por coronavirus en el Sanatorio Británico. Empeoró su estado de salud en los días posteriores. La trasladaron a terapia intensiva y estuvo dos semanas en cadena de oración. Con avances y retrocesos peleó tanto por su vida que finalmente experimentó una milagrosa recuperación. Este lunes pasó a una sala común y se ilusiona con reencontrarse con su familia.

Mariano, el hermano de Natalia, celebró su notable mejoría con una publicación en redes sociales, acompañada por una foto desbordante de optimismo. “Hoy estás en los últimos pasos para poder reencontrarte con tus hijos. Ya está leona, lo lograste. Hoy ya la pasan a sala y queda con un mínimo de oxígeno. Pero ya estás a un paso de la salida y a dos de encontrarte con tus hijos”, expresó tras visitarla en el Sanatorio Británico.

Mientras ella le daba batalla al coronavirus, su hermano debió hacerse cargo de los cuidados de Luisina ya que por entonces el marido de Natalia y su otro hijito permanecían aislados en casa. “Gracias a todos: amigos, conocidos, desconocidos, familia y todos cada uno de los que nos acompañaron y con mucha fe, energías y con el apoyo que nos brindaron pudimos conseguir que la leona no baje los brazos”, manifestó Mariano.

A la trabajadora social de Fray Luis Beltrán la habían internado por coronavirus con un avanzado embarazo. Días después dio a luz a su beba Luisina, a quien le dieron el alta y quedó al cuidado de su tío Mariano.

Desde hace dos semanas Natalia pelea para respirar por sus propios medios. Le quitaron el respirador artificial y le colocaron bigotera. Familiares, amigos y compañeros de trabajo pidieron por su recuperación a través de interminables cadenas de oración.

“Feliz por mi hermana, aunque no dejemos de pedir por todas esas personas que siguen luchando. Para darle fuerzas a todo el personal de salud que lo da todo. Por ellos sigamos con la fe plena”, manifestó el hermano de Natalia.

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