Dos delincuentes ingresaron a robar en un kiosko del barrio.
Los vecinos hicieron sonar la alarma vecinal: mientras uno de ellos huía, la kiosquera logró reducir al otro.
Los vecinos casi lo linchan.
Para retenerlo, lo ataron con cinta de embalar a un poste de luz hasta que llegó la policía.
Hoy están indignados porque el delincuente fue liberado a las horas. "Son menores y viven a unas cuadras de aquí", sostuvieron los vecinos, quienes agregan que "esto es tierra de nadie".
Comentarios