Portada  |  10 agosto 2020

¿Quién es Pedro Cahn? "El perro guardián" - Biografías

Hoy te presentamos el primer capítulo de una serie de biografías sobre las personalidades de la pandemia. Aquellos que la enfrentan desde los más altos cargos y responsabilidades. Conocer sus vivencias nos acerca a ellos y nos hace comprender su forma de actuar frente al coronavirus.

Biografías | Personalidades de la pandemia

El primero, Pedro Cahn. Reconocido infectólogo, asesor del Presidente.

Te proponemos volver en el tiempo. 2 de octubre de 1985. En ese año una noticia sacudió al mundo: Rock Hudson, galán de cine de Hollywood de la década del 50, moría en Beverly Hills. La muerte se atribuyó a una entonces desconocida enfermedad, despectivamente llamada “peste rosa”, porque supuestamente "solo" afectaba a personas homosexuales y a drogadictos. A los 38 años, el Dr Cahn se convertía en el rostro y voz que todos querían escuchar. Fue quien se animó a explicarnos qué es lo que ocurría con el Sida y a desmentir mitos.

Su pasado y el de su familia se condice con su personalidad actual. Sus padres escaparon de la Alemania Nazi y, hoy, el infectólogo convive con la “lógica del sobreviviente”: esa pregunta del “por qué sobreviví” y esa necesidad imperiosa de aportar al mundo lo mejor de uno. Desde chico le preocuparon las temáticas sociales y lo que sucede con el prójimo. Recuerda que en el colegio escribió un poema que retrataba la diferencia social entre quienes viven en barrio norte y quienes no tienen recurso alguno. Luego de ese episodio, una de sus maestras llamó a sus padres a preguntar si le inculcaban a Pedro ideas comunistas. Pero no era así, lo que sucedía era que, en esa escuela, estaba educándose un chico diferente a los demás.

Antes de ser médico pensó en la abogacía, pero la descartó, porque no quería defender a quien no lo mereciera. La medicina fue su elección, y específicamente la infectología: una especialidad muy relacionada con lo social, con las minorías, con la discriminación.

Se recibió de médico en 1971. Desarrolló toda su vida profesional en el Hospital Fernandez y desde hace 30 años ejerce la dirección científica de la Fundación Huésped (que él mismo fundó), dedicada al tratamiento del HIV.

A partir de 1985 lideró en el Fernández al único equipo médico que quiso atender a los primeros enfermos de Sida del país. Algunos colegas los llamaban despectivamente “la patota rosa”. Quisieron quemarles historias clínicas, pero no es fácil combatir la vocación de Cahn. Decidió, todos los días, trasladar en grandes bolsas dichas historias clínicas, desde el hospital hasta su casa y viceversa. Luego consiguió que un amigo le diera una caja fuerte y no dudó en instalarla en el Hospital. Guardó allí los datos personales de sus pacientes.

A raíz del creciente número de pacientes de HIV, en 1989 creó la Fundación Huésped. Con el paso de los años sigue yendo a la institución y hasta hace poco ha atendido pacientes en el Hospital Fernandez, a pesar de haberse jubilado. Es que su política de vida es sumamente proactiva: agrega actividades a su agenda para “alejar la vejez”, porque está seguro de que ésta es sinónimo de la falta de proyectos. Y porque ama lo que hace, que es lo más importante.

Hoy, como a sus 38 años, acaso la historia vuelve a repetirse. Frente a la pandemia actual, una vez más, Pedro Cahn se convierte en el rostro y la voz médica que explica el coronavirus. Una voz que, nuevamente, el país entero precisa escuchar.

Comentarios