Portada  |  04 octubre 2021

Expertos afirman que la lava volcánica afectará la biodiversidad marina en Canarias

La lava del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma llegó al mar, después de que entrara en una fase efusiva con una emisión más rápida y fluida de magma, sepultando sobre todo a las comunidades que viven en el fondo oceánico, mientras que los peces con una alta capacidad de movimiento huyeron de la zona, explicaron expertos españoles.

Clima, naturaleza y medio ambiente

El encuentro de la lava, con una temperatura superior a los 1.000ºC, con el agua salada, con una temperatura promedio de 20ºC, produce una reacción química que genera nubes de vapor ácido que resultan nocivos para los animales marinos que habitan esta zona marítima.

“Lo que se verá afectado es la fauna que no puede alejarse de esa lava, de ese choque térmico. Las estrellas de mar, los erizos, las algas o algunos cangrejos, que no pueden moverse, no tienen escapatoria”, indicó el geoquímico Pedro Hernández del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

El río de lava que penetra en el mar produce, además, un gran choque térmico y la acidificación del medio como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono, ácido carbónico y ácido sulfúrico, precisó la agencia española de noticias científicas SINC.

“Esta acidificación va a hacer desaparecer las especies calcáreas, como las esponjas, puesto que el proceso de calcificación va a perjudicarlas”, explicó a SINC José Carlos Hernández, profesor e investigador del Grupo de investigación de Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación de la Universidad de La Laguna (ULL).

Hernández señaló que “también empezarán a aparecer especies de menor tamaño, es decir, habrá una miniaturización de las comunidades”.

Sin embargo, los expertos subrayaron que el impacto ambiental se produce en un punto muy localizado de la isla y, en primera instancia, no debería ser mayor que el que ocurrió hace una década tras la erupción submarina del volcán Tagoro, en la isla de El Hierro.

De hecho, en el mar la tasa de renovación de las poblaciones y comunidades marinas es mucho más rápida que en los ecosistemas terrestres.

“Existe una mayor conexión entre sus comunidades. Serán los sistemas de alrededor los que suplan a esas diásporas que se asentarán en la zona afectada”, afirmó Hernández.

En el caso de La Palma, una vez que se enfríe la lava en el océano, habrá una recolonización del medio, protagonizada principalmente por bacterias, diatomeas y otros organismos microscópicos.

Estos crearán de nuevo un entorno en el que podrán asentarse los invertebrados sésiles (briozoos y moluscos, entre otros) junto con algas rojas, pardas y verdes. Más tarde, volverán progresivamente el resto de los peces, precisaron desde la agencia SINC.

Como se ha podido observar en otros volcanes que causaron un grave impacto sobre la vida marina, la actividad bacteriana es estimulada tras las erupciones.

Como consecuencia, se produce una floración de algas, que actúa como un manto en la superficie del mar, lo que bloquea el paso de la luz solar y produce una disminución de oxígeno en el océano.

Además, la entrada de la lava provoca que los nutrientes del fondo oceánico, en especial nitratos, suban a la superficie como consecuencia del fuerte choque térmico. Esto acelera aún más el crecimiento de estas algas, según un estudio publicado en la revista Science.

“Esta fuerte respuesta biológica no solo depende de la propia lava, sino también de una fuente exógena de nitrato, que se cree que procede de la lava que entra en el océano profundo, creando penachos que llevan hasta la superficie el agua profunda rica en nitrato”, concluyen sus autores.

Los expertos esperan que el impacto de las coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja tengan un efecto menor sobre el ecosistema. Sin embargo, queda esperar y ver cómo continúa evolucionando el aporte de material volcánico en el océano.

Fuente: Télam

Comentarios