La ley de la oferta y la demanda no solo se aplica a la economía. También, al delito. Y como en los últimos tiempos se disparó el precio de los llamados “autos clásicos” también se dispararon los robos.
Un ejemplo fue lo que le sucedió la semana pasada a Francisco, de 91 años, a quien le robaron el Falcon modelo 1977 de la puerta de su casa, en Parque Chacabuco.
Y como el suyo cada día aparece un caso nuevo. Los Ford Falcon, los Torino y los Chevy son los preferidos por las bandas que se dedican al robo de autos para coleccionistas.
Tanto que hay una página de Facebook específicamente llamada “Falcon robados” y otra donde se buscan “Torinos robados”.
Pero así como están quienes quieren recuperar su auto, también están lo que usan las páginas web para vender lo robado. Tanto en autopartes como en vehículos enteros.
Y, aunque parezca increíble, los precios compiten con los de los de algunos modelos de autos cero kilómetro. Un Torino, un Falcon o un Chevy restaurados a nuevo cotizan entre 10 mil y 15 mil dólares.
“Además de que son autos por los que hay gente que paga mucho, como los repuestos no se fabrican más también son muy caros”, cuenta Cristian, quien durante años se dedicó al robar y desarmar autos.
Y agrega: “además los autos viejos tienen una gran ventaja: es muy fácil robarlos, porque no tienen llaves computarizadas como los modelos nuevos. Con una ´yuga’ (una llave limada) te los llevás. Para robar un modelo nuevo tenés que ir armado y encañonar al dueño para que te lo entregue con llave y todo”.
Por eso los autos clásicos están cada vez más en la mira de los delincuentes. ¿Quién no “invierte” cuando el riesgo es bajo y la ganancia mucha? Otro principio de la economía.
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