El albinismo se presenta desde el nacimiento y no hay un tratamiento puntual para evitarlo.
El sol representa un peligro, a tal punto que puede generar manchas y ronchas que arden en la piel. Los lentes se tornan un fiel compañero, y el protector solar una necesidad.
Muchos albinos se juntan en una misma organización social, para pedir por el establecimiento de una ley que los ampare. Los protectores solares especiales, los bastones por la baja visión, los lentes, sombreros y cremas para la piel representan una suma inaccesible, no abarcada por ninguna obra social u hospitales. Por eso luchan por una ley que acompañe su estilo de vida y la respete.
Son varios quienes han sufrido discriminación, señalamiento de la sociedad simplemente por la diferencia en apariencia. Pero son pocos los que se interiorizan por su realidad, lucha y necesidad.
Una vez más, es tiempo de dejar atrás los prejuicios y las miradas intimidatorias. De entender que todos, en cierto modo, somos parte de una minoría, con su historia, características, temores y señalamientos.
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