Vamos a presentar a Pabla, ella costurera, oficio que aprendió de su madre, de quien también aprendió a ser solidaria.
La cuarentena le generó ganas de hacer algo y en el taller de su casa hizo más de 8 mil camisolines para médicos.
Su ayuda sigue hasta el día de hoy: cose para nenes de comedores y le enseña el oficio a otras mujeres para que puedan vivir de él.
Todo lo que hace es son donaciones y telas recicladas
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