Por primera vez desde aquella fatídica noche en que un auto conducido por Ricardo Papadópulos la atropelló a ella y a su hijo Isaac, quien murió casi en el acto, Débora Agosti accedió a hablar con un medio de comunicación. Y lo hizo en una conmovedora entrevista con Telefe Noticias, donde contó cómo fueron los momentos previos, cómo lucha día a día por superar el dolor y qué espera para el juicio oral que comienza mañana.
"Quiero que lo condenen (a Papadópulos) por nosotros y sobre todo para que no lo pase a nadie más lo que nos pasó a mí y a mi hijo, porque a Isaac ya nada me lo va a devolver", contó Débora.
El 17 de diciembre pasado ella había salido junto a Isacc, de 4 años, a comprar unas gaseosas cuando, al cruzar la avenida Directorio, a la altura de San Pedrito, en Flores, Papadópulos, quien manejaba sin registro, pasó un semáforo en rojo con su auto Volkswagen Golf, los atropelló y huyó.
Isaac murió camino al hospital, mientras que su mamá estuvo un mes internada para reponerse de las múltiples fracturas que sufrió. Aún hoy pelea con los dolores físicos, pero mucho más con los psicológicos.
Tanto que nunca más volvió a la casa donde vivía, ni a esa esquina de Directorio y San Pedrito ni a ninguno de los lugares a los que solía ir con Isaac.
Su fe en Dios es su principal sostén. "Él ya lo condenó” (a Papadópulos), asegura. Pero espera también por la justicia de los hombres. Esa que empezará a escribirse mañana a las 11.30, cuando el juez Gabriel Vega, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 15, de Capital Federal, inicie la primera audiencia del juicio en el que Papadópulos está acusado de “homicidio culposo” agravado por conducir de forma imprudente y escapar del lugar.
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