En un mundo distópico las corporaciones han reemplazado definitivamente al Estado. El arte, peligroso, debe ser tirado a la basura por su inutilidad productiva. La libre comunicación de ideas debe ser controlada, y las mujeres, cosificadas al máximo, deben obedecer los mandamientos del utilitarismo patriarcal, sin disimulos ni quejas.
La obra muestra la posición de inequidad de la mujer frente a las oportunidades de desarrollo (educacional, laboral, económico, etc), su posición de cosificación sexual, su estigmatización estética frente a un modelo de belleza excluyente y machista.
Ese es el mundo de “Piel de Pollo”, donde la inspiración, el escalofrío sagrado, la piel de gallina, está prohibida. La poesía ha sido censurada y con ella; la creatividad, la sexualidad, la imaginación y la libre expresión. El poder real está en manos de “Paradise Corporation”, un Gran Hermano todo poderoso que controla a todos.
Sin embargo, una mujer perdida, que desconoce aún su verdadera fortaleza, comienza a vislumbrar el alba de un nuevo mundo a través de su ventana y, con ella, la rebelión que la llevará a conseguir su libertad.
La obra, como un remolino de contrastes, sumerge al espectador en un sueño para despertarlo más lúcido que nunca.
“Desde el punto de vista escénico hemos trabajado una puesta que evidencie ese posicionamiento de la mujer y lo femenino. La escenografía y la utilería son rosas, generando una imagen monocromática, estandarizada, de una casa de muñecas idealizada que debiera ser bucólica cuando es, en realidad, una cárcel de cristal”, explica el director de la obra, Bruno Milani.
La puesta cuenta con la particularidad de estar pensada para intervenir al público, mediante el armado de una “pasarela” que, como si fuera un recital, genera esa sensación de “modelaje” de las actrices al recorrerlo. Esto nos permite acercarnos al público, bajando de esas tarimas, y romper la cuarta pared en momentos oportunos.
“Generamos un distanciamiento formal (en algún punto brechtiano), para lograr un acercamiento reflexivo a los contenidos. Aunque de ninguna manera se pretende una reflexión intelectual sino, justamente, a través del impacto emotivo”, concluye el director.
Sábados 6, 13 y 20 de noviembre a las 20 en el Teatro Eureka (Av. Corrientes 4269). Entradas a la venta en alternativateatral.com.
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