La clínica San Andrés de Caseros cerró sus puertas en plena pandemia del coronavirus.
El dueño del lugar falleció el 1 de enero de 2021 por COVID-19 y 30 días después los herederos trasladaron a todos los pacientes y se fueron.
La clínica cuenta con capacidad para atender 60 personas por guardia y cerca de 200 internaciones. Además, tiene todos los insumos correspondientes a atención de pacientes covid, entre ellos 12 respiradores nuevos, un tomógrafo en perfecto estado y varios quirófanos listos para usar.
Existía desde mediados de 1980 y tenía 144 trabajadores en relación de dependencia que quedaron sin percibir haberes y aguardando que la vuelvan a abrir.
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