No crecen tanto en cantidad. Pero crecen, y mucho, en violencia. El robo de autos es un delito que en los últimos años cambió de modalidad. Casi siempre los ladrones roban a mano armada y con el dueño al volante. En una entrevista con Telefe Noticias un ladrón retirado explicó por qué y cómo es ese submundo donde la vida de una persona puede valer menos que el precio de una autoparte.
Brandon, tal el nombre con el que se presentó, contó que “con la tecnología que tienen ahora lo autos ya no cuestión de agarrar un auto estacionado y ponerlo en marcha cruzando los cables. Ahora tenés que tener al dueño arriba del auto y robarlo de caño”.
Aunque ya retirado, Brandon dijo que el “trabajo” se hace a pedido. “El que te lo encarga te dice qué marca y modelo necesita. Siempre son autos nuevos. Los que tienen patente larga”, explica.
Con los datos del auto que le pedían salía a buscar. Y una vez que encontraba uno le sacaba una foto con el celular y se la mandaba a quién lo contrataba. Si recibía el visto bueno, esperaba a que apareciera el dueño y entonces lo encañonaba.
“Como mucho en dos horas el auto ya está cortado para revender las autopartes o escondido para convertirlo en mellizo (así se les dice a los autos que se reintroducen en el mercado con la patente de otro de similar marca, color y modelo que está en regla)“, explica Brandon.
Aunque todavía no hay estadísticas oficiales de 2021, se estima que las cifras son similares a las de 2019 -en 2020 la cuarentena estricta hizo que el delito bajara a la mitad- cuando se robaron cerca de 36 mil autos a lo largo del año, lo que da un promedio de uno cada 15 minutos. Lo que se dice un negocio sobre ruedas.
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