Portada  |  28 julio 2021

Señor Juez: "Detenga al asesino al volante"

El 10 de noviembre de 2018, cinco amigos viajaban desde Chubut a la Ciudad de Buenos Aires para ver el partido Boca-River por la Copa Libertadores. Llovía torrencialmente y los chicos, que viajaban en una Partner azul, iban despacio, atentos y tomando mate. Sin embargo, lo que no sabían es que en el km 108 de la ruta 205, a la altura de Lobos, vivirían una tragedia mortal por la negligencia de un joven conductor.

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Juan Francisco Lucesole tenía 23 años. Esa mañana manejaba en dirección contraria por esa misma ruta en una camioneta Hilux. No había dormido y manejaba con 1,8 grados de alcohol en sangre. Según dos testigos, venia zigzagueando y ya se había cambiado de carril antes del accidente dos veces.

Hasta que los embistió. De frente. A toda velocidad.

La Justicia debe investigar ahora porqué cambio de carril y chocó de frente a los cinco amigos, fanáticos de Boca, que iban a ver el partido. Solo Luciano Virgili quedó vivo para contarlo. Y escribe esta carta al Señor Juez:

“Le pido por favor que me escuche. Mi nombre es Luciano Virgili y soy el único sobreviviente de la llamada tragedia de Lobos. Junto a cuatro amigos, unidos por la pasión por Boca, viajábamos desde Rawson, hacia Buenos Aires, para ver el superclásico Boca River, en noviembre de 2018. En la ruta 205, cerca de Lobos, una camioneta que zigzagueaba nos chocó de frente. El conductor estaba borracho. Mis cuatro amigos murieron: Franco, Ezequiel, Malcom y Sebastián”.

Luciano pide Justicia porque aunque está probado que iba borracho, que hay testigos que reconstruyen todo e incluso imágenes de una cámara de seguridad de un campo privado, el imputado Juan Francisco Lucesole apenas estuvo unas hora en la comisaria y jamás le sacaron el carnet de conducir. Sigue manejando como si nada después de matar a cuatro personas, asegura Luciano.

“Pasaron dos años y medio y la justicia no acciona”, explica Carlos, el padre de Franco Silvestri, una de las víctimas. Y pide que el victimario de su hijo sea al menos indagado en la causa por el delito de “de homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas (art 84 bis del código penal)”. La pena máxima es de 6 años.

Carlos reflexiona: “Perdí a mi hijo, se arruinaron 4 familias y Luciano todavía lucha por cerrar las heridas… y encima si llegamos a juicio, solo le darían 6 años y ni siquiera le sacaron el carnet de conducir. No hay justicia”, repite este padre que hoy lucha con otras familias víctimas de accidentes de tránsito para cambiar las leyes: “Te robas una vaca, vas preso 8 años. Matás a cuatro personas, vas preso máximo 6 años”.

Hoy, estas familias que perdieron a sus hijos, por culpa de un negligente, esperan que la unidad fiscal 1 de saladillo instruya, investigue e indague al imputado. Mientras él joven que mató a cuatro personas no sea indagado y siga manejando como si nada, será difícil que puedan decir: al menos hubo justicia.

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