Parece el mundo del revés. Al menos eso siente Soledad Cuello, una madre de dos niños que fueron dados en guarda transitoria a su progenitor para separarlos de ella.
Lo paradójico es que la decisión la tomó la misma jueza que le había otorgado antes a Soledad 6 perimetrales por violencia de género para cuidarla precisamente de este hombre, su ex pareja y padre de los niños.
El mismo Juzgado de Familia N1 de San Miguel, departamento judicial de San Martín, que la había protegido frente a las agresiones y tenía constancia de las 11 denuncias de violencia de género, es el juzgado que en octubre de 2019 le saca a los chicos y se los da a su agresor por una denuncia de él y uno de sus hijos que decía que Soledad Cuello les pegaba.
“Yo nunca los maltraté”, asegura y agrega: “Resulta que la persona que espera un juicio oral por delitos de amenazas, violencia de género y robo, tiene a mis hijos en guarda… Todo empezó en 2011, cuando nos conocimos. Yo ya tenía una hija, y con él agrandé la familia. Pero la relación nunca fue sana. Me celaba, me perseguía, me maltrataba… yo aguante hasta que le pegó y maltrató a mi hija. Ahí dije basta”.
Soledad Cuello buscó ayuda. Realizó las denuncias correspondientes y fueron otorgadas seis perimetrales. Pero este hombre, Nicolás Gibson, las rompía siempre. “Se me apareció a las 4 am en casa, al lado de mi cama con guantes. También en otra oportunidad me golpeó. Una vez intentó tirarnos el auto a mí y a mi hijo cruzando la calle, otra vez me robó todo lo que tenía de valor, y, por último, lo denuncié cuando golpeó a nuestro hijo menor”.
Frente a la falta de cumplimiento de las perimetrales, paralelamente a la causa civil, se empezó a investigar todo en el Juzgado Criminal y Correccional N 4 de San Martin y hace un año, se elevó la causa a juicio oral, aunque todavía no se fijó fecha de juicio.
“Desde ese día, la pesadilla es aún peor. Ahí fue cuando él, acorralado por que se venía el juicio, fue a la Comisaría de la Mujer junto a uno de mis hijos y lo obligó a decir que yo lo había golpeado. Y ahí me los sacaron”, explica esta madre que hace más de un año que espera el reencuentro.
“Señora Jueza, le pido que me escuche y devuelva a mi hogar a mis dos hijos, que fueron entregados a su padre, mi agresor, por una denuncia falsa que él originó en mi contra. De que se haga justicia, ya se encargará el fuero penal”.
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