Una multitud de fieles agitando pañuelos blancos dio la bienvenida al papa Francisco en Ciudad Juárez, en el norteño estado de Chihuahua, última parada del pontífice en su viaje a México, país que recorrió de frontera a frontera.
El avión de Aeroméxico, bautizado como "Misionero de paz", aterrizó en el Aeropuerto Internacional Abraham González de Ciudad Juárez a las 9.57 hora local (13.57 de la Argentina) y unos 15 minutos más tarde el pontífice descendió por las escaleras de la aeronave, elevando el júbilo del más de las 1.000 personas que lo esperaban, reportó la agencia española EFE.
También fue recibido por un coro de monaguillos de Chihuahua, que entonaron el "Cielito lindo", el "Himno a la alegría" y otras canciones típicas incluso antes de que el papa tocara tierra, prueba de la emoción que despertó entre los feligreses.
Asesinatos en plena calle, decapitaciones, sangrientos motines y matanzas hicieron de Ciudad Juárez entre 2008 y 2010 la ciudad más peligrosa del mundo, en medio de una guerra entre los cárteles de Sinaloa y Juárez por el control del tráfico de drogas, recordó la agencia alemana DPA.
La ciudad recibe ahora al papa en mejores condiciones pero con un tejido social todavía herido por la pobreza, la falta de oportunidades y familias destruidas por desapariciones o asesinatos.
El papa se reunirá con presos, con obreros y empresarios y celebrará una misa multitudinaria justo en la frontera dedicada a los migrantes, y por la noche regresará desde Juárez a Roma.
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