El gobernador de Florida, Ron DeSantis, puso fin este lunes a todas las medidas y restricciones vinculadas al coronavirus en el estado estadounidense citando la eficacia de las vacunas.
DeSantis firmó una ley que invalida las órdenes de emergencia locales a partir del 1 de julio, y además firmó una orden ejecutiva que "cubre la brecha" hasta esa fecha.
"Esto es lo que hay que hacer en base a la evidencia", señaló el gobernador republicano en una rueda de prensa en St. Petersburg, refiriéndose a la reducción de contagios y muertes gracias al rápido proceso de inoculación.
Cerca de nueve millones de personas, de un total de 23 millones, recibieron al menos una dosis en Florida, según el Departamento de Salud estadounidense.
"En este punto, las personas que no han sido vacunadas, ciertamente no ha sido por falta de disponibilidad", añadió.
La inmunización fue habilitada el viernes pasado para todos los mayores de 16 años sin necesidad de que demuestren su residencia en el estado, un documento que se requería desde enero para enfrentar la alta demanda inicial.
Esto permitió la vacunación para las personas indocumentadas, que tenían dificultades para demostrar su residencia, y al llamado turismo de vacunas.
DeSantis criticó las estrictas medidas de seguridad que siguen vigentes en otros estados del país.
Sostuvo que a estas alturas, quienes aún necesitan "vigilar" a los residentes, "están diciendo que no creen en las vacunas, no creen en los datos, no creen en la ciencia".
Las vacunas Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson están disponibles, en muchos casos sin cita, en centros federales, estatales y de los condados; además de en numerosas farmacias.
Con información de AFP.
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