Un extraño y triste padecimiento sufre una niña de apenas tres años en Reino Unido. A una edad en que debiese disfrutar con alegría su infancia, la pequeña debe controlar sus emociones, ya que puede podría desencadenar una convulsión que puede matarla en caso de no hacerlo.
Su nombre es Lola Sheldon y tiene una anomalía genética poco común que consiste en una epilepsia.
"Como madre, es desgarrador ver a tu hija pasar un buen rato solo para temer que terminen en el hospital si se emocionan demasiado. En otra ocasión, la dejaron en cuidados intensivos después de sufrir una convulsión. Los médicos tienen que traerla con cuidado, ya que podría haber sufrido una lesión cerebral", contó su progenitora, Carly Whing.
"Si va a una fiesta infantil, tengo que vigilarla de cerca. Si siento que se está emocionando demasiado, tengo que sacarla de la habitación. Es desgarrador tener que hacer eso", agrega la mujer.
Debido a esta condición médica, la pequeña será dependiente a los medicamentos durante toda su vida.
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